martes, 25 de agosto de 2009

La Gestapo en San Pedro




En la foto podemos ver a Heinrich Himmler,nombrado por Hitler jefe de la Gestapo en 1933 y a través de las SS controló los campos de concentración y el conjunto de la policía alemana en 1936. A su lado de guía turístico en Barcelona en Marzo de 1939 vemos al General franquista Luis Orgaz consejero nacional de FET y de las JONS.

En los tiempo que San Pedro de Cardeña fue un campo de concentración,la gestapo nazi “visitó” a los prisioneros. Además hubo nazis posteriormente y no como prisioneros,sino escondidos tras el descalabro nazi en la II Guerra Mundial. Con total impunidad y complicidad de Franco,como de la jerarquía católica.
Como se puede demostrar en un telegrama que prueba esta complicidad con los interrogatorios. Los testimonios de los prisioneros supervivientes de San Pedro. Además de las “liberaciones”,entregas,en la frontera Francesa ya ocupada por los Nazis de ex-prisioneros de San Pedro,aunque a esas alturas se encontraban principalmente en el Campo de Concentración de Miranda de Ebro . Tras ofrecerles voluntariamente retornar a sus países de origen y rechazada por estos prisioneros. Estos principalmente Alemanes y Austriacos acabaron en Campos de Concentración Nazis,documentado en archivos internacionales contra el holocausto. Aunque en otro artículo trataremos el caso del Irlandés Frank Ryan. El preso más importante de San Pedro,según Franco,y muerto en Alemania el 1944.

Desde el 4 de Abril de 1938,que el Cuartel General del Generalísimo designó a San Pedro de Cardeña como el lugar “...donde deberán concentrarse todos los prisioneros de nacionalidad extranjera en nuestro poder y que en lo sucesivo sean en poder de las fuerzas Nacionales.” Así como que se concentren en este los dispersados por otros campos. AGMA,C.1212,Cp.67,D.1/1.

Intentando poner freno a las ejecuciones indiscriminadas de voluntarios antifascistas a manos del ejercito franquista. Presionados por los Gobiernos Italiano y Alemán,para ser estos prisioneros utilizados para intercambios por presos fascistas extranjeros en manos de la República.
También el 17 de Octubre de 1938 el Cuartel General notifica al General Jefe del Ejercito Norte en un telegrama de carácter reservado,”A fin de que los prisioneros de lengua alemana capturados por nuestras tropas puedan rápidamente ser interrogados con fines de investigar sobre sus posibles actividades comunistas en su país de origen,dispondrá V.E. Que con urgencia y sin ser mezclados con otros grupos de prisioneros,sean enviados al Campo de San Pedro de Cardeña." Se puede comprobar por los testimonios de ex-presos de San Pedro,que los carceleros franquistas desconocían que en Irlanda o Gales,se hablara Inglés. Uno de los sargentos conocía el idioma nacional de Filipinas,pues estuvo destinado allí. Pero su desconocimiento total de idiomas y cultura era supino,utilizando presos internacionales como jefes internos de planta. Cosa diferente a los agentes de la Gestapo,que conocían varios idiomas además de una extensa cultura general. Muy preparados para los interrogatorios.

Ya antes en Abril de 1938 la Gestapo interrogó a todos los Alemanes y Austriacos. Buscando principalmente a comisarios,oficiales y comunistas. A los que Hitler consideraba como sus más peligrosos enemigos. También otros destacados voluntarios de otras nacionalidades estaban expuestos.
Pero sin lugar a dudas ninguno se enfrentaba al peligro incomparable al que se encaraba el alto, delgado y canoso Arthur Karlsson. Cuando Hitler llegó al poder y ilegalizó el PC Alemán, Karlsson trabajó clandestinamente en la Alemania Nazi. Ordenado a marcharse por el PC,el escapó saltando los obstáculos de la Gestapo. Trabajó en la Unión Soviética hasta la sublevación fascista,cuando vino a España como un comandante de tanques. Capturado junto con una veintena más en el frente de Madrid,golpes y tortura,de los cuales fue el único superviviente,había vuelto su pelo blanco. Asumiendo el nombre de Arthur Karlsson,afirmando ser Sueco. Cuando llegó a San Pedro,perfecciono su Sueco a fondo con la ayuda de prisioneros Suecos. Sabían que se enfrentaba a la muerte si su identidad era descubierta por la Gestapo.
Cada uno sabía que diría. La mayoría estaba en los veinte,y valoraba altamente sus vidas,esperando retornar con sus familias y su entorno para continuar su lucha contra el fascismo y por la democracia. Con todo no querían dañar a la República,las Brigadas Internacionales o sus compañeros presos.
El Comité de la Casa,organización clandestina de los internacionales,propuso directrices: Asumir la graduación en privado,solo los nombres de los oficiales muertos,negar la afiliación Comunista,expresar las convicciones antifascistas,y no hacer ninguna declaración despectiva sobre la República o las Brigadas Internacionales. Contestar a la preguntas sobre tú mismo inofensiva mente; no dar información sobre ninguno otro. Su libertad dependía del apoyo de la gente antifascista del mundo. Cualquier ayuda a los fascistas debilitaría esa ayuda y sería desleal con nuestros muertos.
Cada miembro del Comité de la Casa pasó esta información verbalmente a los dirigentes de su nacionalidad,y ellos lo volverían a pasar a la gente clave.
Los agentes de la Gestapo sabían Inglés bien. Cada Alemán y Austriaco(o cada prisionero sospechoso de serlo) fueron interrogados durante medio día,mientras el resto serían interrogados durante una hora. Cada nacionalidad fue llamada por orden alfabéticamente.
Los Alemanes estuvieron interrogando en una pequeña habitación cerca de los cuartos de los guardias,mientras que los angloparlantes fueron interrogados en una pequeña habitación cerca del cuarto del comandante. El principal interrogador sentado detrás una pequeña mesa de madera con una silla en frente del prisionero. Un segundo interrogador de pie,o sentado en otra silla. Ambos usaban ropa civil.
No se presentó ninguna violencia física el primer día. Los agentes que interrogarron a los prisioneros angloparlantes estaban bastante bien informados sobre USA y Inglaterra para hacer tropezar a cualquier que simulara ser ciudadano Británico o Americano. Su mayor preocupación era encontrar principales antifascistas Alemanes o Eslavos.
Mostraron fotos de pueblos y ciudades devastadas,preguntaron si estaban de acuerdo con estos daños causado por el gobierno de la República. Algunos reconocieron el daño infligido por el bombardeo y artillería fascista,los cuales llevaron a enérgicas discusiones entre la Gestapo y los prisioneros. Peguntaron a identificar fotos de Marx,Lenin, Stalin y Trotsky,muchos prisioneros dijeron no saber quienes eran o dieron respuestas erróneas.
Finalmente fueron llevados al campo en el lado norte del Monasterio. Allí los ordenaron desnudarse,atados con un trapo sobre el trasero y formado en linea en frente de la mesa en la cual había varios calibres. Detrás de la mesa sentado un agente de la Gestapo con un gran libro. Cada prisionero fue identificado,un asistente usando los calibres gritó la altura, la anchura,dimensiones del cráneo,distancia entre los ojos,largura de la nariz,descripción del color de piel,tipo de cuerpo,heridas y cicatrices y algunas incapacidades.
Lo siguiente,cada prisionero fue conducido a estar de pie en frente de una cámara,de perfil y cada lado,así como un primer plano de la cara. Ahora estaban “científicamente” clasificados.
Arthur Karlsson no retornó durante varias horas,temiendo lo peor. Cuando volvió,dijo que su pelo blanco había ayudado a convencer les que era Sueco,y además de,”Ellos no son muy inteligentes”.

En otras de las visitas posteriores de la Gestapo,otro voluntario Alemán no tuvo tanta suerte y una delación descubrió a Hermann Streit,de 28 años veterano en la lucha contra el fascismo,de fuerte corpulencia con anchos hombros,había sido comisario de batallón en un Batallón Alemán en Enero de 1937,hasta ser herido. Fue capturado con parte de la 3rd compañía de los Thaelmanns el 2 de Abril de 1938,pero no alcanzó San Pedro hasta principios de verano de 1938,teniendo que servir como un trabajador interino. Con la ayuda de los Checos de San Pedro, Hermann había preparado con cuidado un alias,Hermann Strumm,nacido en una parte Alemana de Checoslovaquia.
Cuando estuvo en frente de la Gestapo para los interrogatorios,les dio tranquilamente su alias. La reacción fue inmediata y fuerte. “Tu eres un mentiroso. Tu eres Hermann Streit. Den le un golpe y mándelo al calabozo”.
Hermann ahora sabía que uno de los prisioneros le había delatado. Fue retenido en el calabozo hasta que los agentes salieron para comprobar sus datos contra los archivos principales de 2 millones de nombres. Hermann fue entonces devuelto a los aposentos.

Fuentes: Archivo General Militar de Ávila
Prisoners of the Good Fight,escrito por Carl Geiser.

jueves, 20 de agosto de 2009

Bernard McKenna,prisoner in San Pedro


Bernard McKenna, veteran of the Spanish Civil War, socialist and dedicated teacher.
Bernard McKenna who was one of just a handful of surviving members of the British Battalion of the International Brigade, the volunteers – men and women – who went to Spain to fight against the rising tide of fascism in Europe and to stake a claim for freedom and democracy.
Bernard was born in Hulme, Manchester into an Irish– English family. He was the seventh child, and the first to survive infancy. The family was desperately poor and lived in extremely over-crowded conditions. For most of Bernard’s childhood in the 1920s his father Peter, a Labour Party supporter, was unemployed and his mother, Ellen had to go out and clean.
He was the first boy from his slum school, St Wilfred’s, to win a scholarship to St Gregory’s Grammar School in Ardwick. At 14, Bernard was forced to leave school and earn his keep – working as a clerk in a textile mill. Politics were part and parcel of Bernard’s family life and he became interested in politics at the age of 12, subsequently joining the Labour League of Youth. When he was 17, Bernard joined the Young Communist league. It was 1932 and as far as he was concerned the Communists were the only political party who were clearsighted enough to see the terrible dangers of fascism at home and abroad.
Bernard threw himself into party work, selling copies of Challenge, the YCL newspaper, and the Daily Worker on street corners and at political rallies. When the Spanish Civil War broke out in 1936, Bernard spent evenings and weekends collecting money for food and medical aid to Spain but felt that there was more he could do. In February 1937, without telling his family, Bernard bought a weekend train ticket for Paris (for which he did not need a passport), and made contact with a more-or-less clandestine International Brigade recruiting office.
After training in signals, Bernard was wounded on his first day of action at the Battle of Brunete in July 1937. He recovered and saw more action on the Aragon front, where he was wounded again by shrapnel, and then badly shell-shocked after a shell exploded near him. He almost died in hospital but recovered sufficiently to fight again.In the spring of 1938, along with a group of American International Brigaders, he was captured by the Fascists at Calaciete on the River Ebro and taken (at 8 April 1938)to the infamous San Pedro concentration camp in Burgos where he was interrogated by the German Gestapo and was told that he was going to be shot. At one point he was led out of the camp and taken to the outskirts of town where he fully expected to be executed. ‘I was convinced I would be shot. That was the fate of most International Brigaders caught by the fascists,’ he recalled later. ‘It was the worst moment of my life.’ He was lucky enough to be randomly selected for a prisoner exchange and spent the next few months in an Italian prisoner of war camp (Palencia, May 1938). He was released in October 1938 into France and he retained until his death the formal Foreign Office bill for ‘Repatriation’ of £4. He never paid it.
When the Second World War was declared, Bernard joined the RAF within two days. He wanted, he said, to have another go at the fascists. He spent six and half years in the RAF and fought in North Africa, the Middle East and Italy.
In 1946, Bernard successfully applied for emergency teacher training and found a new vocation. His own truncated schooling had convinced him that education was the great lever to bring about social justice. He specialised in teaching those who were educationally disadvantaged and who had fallen behind in learning, teaching many hundreds, if not thousands, of children to read.
He was married twice, both marriages ending in divorce, and is survived by his five children, Peter, Martin, Neil, Jo and Nikki.
‘Almost daily,’ he declared in 1986, ‘I am buoyed up by the thought that I have outlasted that fucking Franco.’
Bernard McKenna – born 11th September 1915, died 31st July 2008.
Writen by his son Neil.
Bernard McKenna, veterano de las Brigadas Internacionales, socialista y dedicado profesor.
Bernard McKenna fue uno de los varios supervivientes del Batallón Británico de las Brigadas Internacionales,voluntarios – hombres y mujeres – que acudieron a España para combatir el ascenso dela marea fascista en Europa y para defender activamente la libertad y la democracia.
Bernard había nacido en el barrio de Hulme, en Manchester, en una familia anglo-irlandesa. Fue el séptimo hijo en nacer y el primero que sobrevivió más allá de la infancia. La familia era extremadamente pobre y vivía en condiciones de hacinamiento. Durante la mayor parte de la niñez de Bernard en los años veinte, su padre Peter, simpatizante del Partido Laborista, estuvo desempleado mientras que su madre Ellen tenía que trabajar fuera de casa limpiando.
Fue el primer muchacho de la escuela del barrio, St Wilfred, en promocionar a StGregory Grammar School, en el vecino barrio de Ardwick. A los 14 años Bernard se vio obligado a dejar la escuela para ganarse un sueldo trabajando en la oficina de una fábrica textil.
La política era una parcela importante en la vida de la familia deBernard y desde los 12 años Bernard se mostró interesado en la misma, uniéndose a la Labour League of Youth (Juventudes del Partido Laborista). A los 17 años Bernard seafilió a la Young Communist League (Liga de Jóvenes Comunistas). Era 1932 y según supercepción el Comunista era el único partido político que mostraba claramente estaral tanto del terrible peligro que suponía el fascismo tanto en Inglaterra como en elextranjero.Bernard trabajó para el partido vendiendo ejemplares de Challenge (La revista de lasjuventudes comunistas) y el Daily Worker (periódico órgano del Partido) por las calles y en diferentes mítines.
Cuando estalla la Guerra Civil en 1936, Bernard comprometió tardes libres y fines de semana en recaudar dinero para financiar elenvío de comida y material médico a España, aunque pronto sentiría que podía hacer algo más. En febrero de 1937, sin decírselo a su familia, Bernard compró un billete de fin de semana a París (para lo cual no hacía falta pasaporte entonces), y allí se puso en contacto con la más o menos clandestina oficina de reclutamiento de las Brigadas Internacionales.
Tras especializarse en transmisiones, Bernard fue herido el primer día de la Batalla de Brunete, en julio de 1937. Se recuperó y participó en más combates en el Frente de Aragón, donde fue herido otra vez por metralla, además de quedar gravemente aturdido después de que una bomba le explotara muy cerca. Estuvo a punto de morir en el hospital, pero logró recuperarse lo suficiente como para volver al frente.
En la primavera de 1938 fue capturado en el pueblo aragonés de Calaceite junto con un grupo de brigadistas norteamericanos y consecuentemente encerrado en el infame campo de concentración franquista de San Pedro de Cardeña, en Burgos(el 8 de Abril de 1938)*, donde fue interrogado por agentes de la gestapo nazi y condenado a fusilamiento. Incluso se le llegó a pasear fuera del campo hacia las afueras del pueblo donde ciertamente esperaba una muerte segura: “Estaba convencido de que me iban a matar. Esta era la suerte que corría la mayoría de los brigadistas capturado por los fascistas”,recordaría posteriormente. “Fue el peor momento de mi vida”. Tuvo la suerte de ser aleatoriamente seleccionado para un intercambio de prisioneros, por lo que pasó varios meses en una cárcel regida por fascistas italianos(en el campo de concentración de Palencia).*
Fue finalmente liberado en octubre de 1938 y enviado a Francia. Conservó hasta el final de su vida la factura oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores Británico por valor de 4 libras esterlinas en concepto de “Repatriación”. Nunca lapagó.
A los dos días de declararse la Segunda Guerra Mundial, Bernard se alistó en la aviación. Quiso tener, dijo, la revancha con los fascistas. Estuvo seis años y medio en la RAF (Reales Fuerzas Aéreas) y combatió en el Norte de África, Oriente Medio eItalia.
En 1946, Bernard se apuntó a la formación de emergencia de docentes y encontró sunueva vocación. Su propia carrera truncada de estudiante le había convencido del importante papel que juega la educación para alcanzar una mayor justicia social. Se especializó en dar clases a los alumnos con problemas en los estudios y aquellos que iban con retraso, enseñando a varios cientos, si no a miles, de estudiantes a leer.
Estuvo dos veces casado, acabando ambos matrimonios en divorcio, y le sobreviven sus cinco hijos: Peter, Martin, Neil, Jo y Nikki.
“Casi todos los días”, declaró en 1986, “me animo pensando que he sobrevivido al jodido Franco aquel”.
Bernard McKenna – nacido el 11 de septiembre de 1915, falleció el 31 de julio de2008.
Redactado por su hijo Neil,excepto alguna fecha y dato entre paréntesis añadido por el autor del blog(*). Traducido al castellano por Antonio Díez, autor del libro "Cartas desde España. Brigadistas del Gran Manchester".

Foto errónea de San Pedro

Aquí vemos una fotografía,que diversos libros,páginas de internet,blogs,dan como Brigadistas presos en San Pedro Cardeña. La foto sería sacada a principios de Abril de 1938,trás las detenciones de la ofensiva de Aragón de marzo y abril del 1938,en la Academia Militar de Zaragoza. Se puede ver, entre las cabezas de los prisioneros,uno de los arcos de la ventana de la planta baja. Este arco es de medio punto. También se puede observar como,entre la planta baja y la primera planta,una cornisa de otro color.
Como se puede apreciar en esta foto de la pared sur de San Pedro,que corresponde al fondo de la foto de portada de este blog. Las ventanas son cuadradas o rentangulares,más pequeñas y no existe ninguna cornisa,relieve de ladrillo o mezcla de ningún material,como piedra y ladrillo.
En todas las paredes exteriores de San Pedro las ventanas son cuadradas o rentangulares. Existen arcos de media punta en el claustro,iglesia,pasillos y en partes interiores.

Aquí vemos una foto de la Academia General Militar de Zaragoza. Este edificio principal,de estilo mudejar,que fue inagurado el 20 de Febrero de 1927. Como se puede apreciar en la planta baja los arcos de las ventanas son de medio punto,como en la foto de los prisioneros Brigadistas. Así como distintas cornisas y molduras de otro color en las tres plantas.






sábado, 15 de agosto de 2009

José María Fernández Souto,cubano preso en San Pedro

Entrevista realizada a José María Fernández Souto en su domicilio del municipio de Cerro/Ciudad Habana el 10 de Octubre de 2005.
-¿Donde nació usted?
Soy cubano nacido en aquí en La Habana el 20 de mayo de 1918, de nueve años quedé huérfano de madre y al cumplir diez me llevaron a España y allí viví hasta que vine para Cuba.
-Hábleme de su familia.
Con nueve años me llevó mi papa a España,enfermo,el tenía aquí un alambique de vinos, aquí en Luyanó,estaba bien, estaba establecido, pero después se enfermó y tuvo que ir enfermo para España.LLegamos el 21 de abril de 1929 y fuimos a vivir a Asturias donde teníamos familia, pero al año de llegar allí con mi padre,el falleció y me quedé junto con una hermana que iba para allá.Quedamos al cargo de una tía de mi padre.Yo comencé a trabajar con dieciséis años, primero como criado pero se ganaba poca plata y después me empleé en una carretera.
-Que hacía cuando estalla la guerra civil española.¿En que lugar de Asturias vivía?
En la villa de Grados.Les llaman los Mozones a los que viven por allí
-¿Comenzó a tener conciencia política muy joven?
Si mucho, mucho porque yo de joven estaba ya en las milicias del Frente Popular, en todo aquello que había que cambiar, porque allí lo que había era fascismo, aquella monarquía que gobernaba en España que era muy pobre.
-¿Tenía alguna militancia, estaba en algún partido?
Pertenecía a las milicias del "Frente Popular", aún guardo los documentos.En cuanto empezaron las milicias yo tenía que pertenecer porque yo ya estaba en eso, en la juventud.La juventud aquella era tremenda, no teníamos miedo a nada, a donde nos tocaba ir íbamos con todo el conocimiento y fuerza, eran unas milicias que sabían contra quien peleaban.Con dieciséis años yo pertenecía a las milicias del comité de voluntarios de Grados y cuando llegó la guerra yo ya llevaba dos años preparándome
-¿Qué recuerdos tiene del inicio de la guerra, de la movilización?
Yo me presenté el primer día que empezó la guerra, tenía dieciocho años y pasé unos días en el comité de guerra de Grados y después fui voluntario al 5º Batallón de Asturias.A mi me toco en diferentes frentes en Asturias, peleé en el cerco de Oviedo, frente a las tapias de los manicomios y en todas las cordilleras del Naranco,el el Pico del Arbol,en los Corredores y en todos esos sitios...se me olvidan los nombres.Combatí siempre en infantería.Yo fui para el frente de León a pelear, donde están los picos de Europa y todo eso.
-¿Conoció a los otros cubanos que comenzaban llegar a la guerra española?
No, cubanos no, en esa zona pelaron muy pocos.En mi batallón yo era el único cubano.
-¿Que decían sus compañeros al ser usted el único cubano?
Yo era muy echado para adelante, si había que parlamentar yo parlamentaba.Yo parlamenté como tres veces allá en el Monte de León.Había que tener un poco de serenidad y firmeza.
-¿Como eran esos parlamentos?
A veces daban algunos tiros, yo no corrí mucho, corrí algo para esconderme de ellos pero les sacaba los periódicos que llevaba para cambiar y enseguida se acababan los tiros.Había que arriesgarse mucho porque recuerdo una ocasión que nosotros éramos dos y allí teníamos como veinte y nos tenían copados y nos decían" nosotros si queremos los llevamos a ustedes" y les respondíamos que nos llevasen si querían que ya sabrían los compañeros lo que estaban haciéndonos .Decían que sabían que teníamos compañeros que nos estaban vigilando pero les repondríamos que no teníamos a nadie,¡nosotros no tenemos miedo a nada tenemos firmeza!,y así era aquello.
-¿Que decían los enemigos cuando veían a un cubano allí parlamentando?
Nada, hacíamos intercambio de cartas, manipulábamos allí el chusco, ellos decían que el nuestro era pan negro y nosotros les llevábamos pan blanco para que vieran ,aunque era mentira, en realidad allí estábamos con pan bastante "prieto",las necesidades que había eran muchas pero no se podían decir esas cosas.
-¿Estuvo fijando el frente del norte durante bastante tiempo?
Sí, hasta que caí preso y de ahí ya no me soltaron.Las milicias del Frente Popular estuvieron combatiendo en el frente del norte hasta que la presión enemiga se hizo imparable, primero combatí en Oviedo, después en las montañas de Asturias y después nos llevaron a defender el frente el límite entre Asturias y León.Estando peleando en el frente de Puerto Pino se terminó la guerra en Asturias. Caí preso,primero en mi pueblo de Grado.Y al caer el frente me fui para mi pueblo a ver como solucionaba; él fusil lo deje escondido en el tronco hueco de un castañal y me fui con mi familia, pero allí buscaban a todos los que eran milicianos y se los llevaban preso.Despues de estar unos días preso en Grado nos trasladaron a muchos hasta un campo de concentración que se llamaba Algodoneras y estaba en Gijón.Lo de Algodoneras eran unas naves de algodón junto a las líneas del tren a la entrada de Gijón y ahí estuve preso en el primer campo de concentración de España.
-Pasó preso la mayor parte de la guerra.
Sí porque el norte cayó bastante pronto y pasé el resto del tiempo en varias prisiones. Desde el campo de concentración de Algodoneras nos trasladaron a cinco mil presos hasta el "Cuartel de San Marcos" que esta en León; allí nos llevaban a todos los que consideraban desafectos al régimen. Allí estaba ya preso un primo mió, en el Cuartel de San Marcos y allí me internaron con él en ese cuartel "Museo" que le llaman, allí pasé tres meses y medio. En ese lugar hubo unos confesionarios que pusieron los fascistas para darnos el Padre Nuestro y darte una "medalla" de esas de ellos. Iba el que quería, yo fui pero solo decía mentiras, liábamos la jodedera nosotros allí, era una juerga los confesionarios con ellos porque el que venía le contaba a los otros,ja,ja.......
-¿Era muy duro aquello?
Sí allí en el Patio del Museo había como unos seis o siete confesionarios de esos. Pero nos nos trataban bien. Solo que nos fichaban si no ibas al confesionario porque nos consideraban enemigos de su modo de pensar, tenías que tener un escapulario o algo de que ya te habían confesado. El que tenía dinero pagaba cinco o seis monedas por las medallas de haber confesado con los curas. Dos o tres veces me confesé yo porque después las medallas las pagaban. El republicano que tenía dinero y podía pagar una medalla,para no verlos ni confesar con los curas,pagada la medalla y ya no le pasaba nada. Pero a última hora el que no tenía medalla lo pasaba mal,hasta culatazos. Además la comida estaba muy mala, aquello lo que tenía eran chícharos con muchos "gorgojos",la perola estaba llena de "gorgojos". No comíamos carne,los chícharos y dos o tres sardinas cuando había pero a veces ni eso, esa era la comida de los presos.Había un vecino que era de los faascistas,era un soldado pero me conocía muy bien y me dijo que no se podía traer nada a los presos pero que el si me traería cosas a mí, pagándolas claro; traía azúcar, vino y a veces pan con algo. Lo traía todo escondido debajo de el capote y lograba pasarlo porque era de los escoltas que había en el segundo campo en el que estuve preso. Eso me quito mucha hambre y siempre que podía repartía con mis compañeros. Eso fue posible porque yo era cubano y me distinguían en el trato y al fin y al cabo me sacaban dinero.
-Usted procuro una lista con la relación de los cubanos que estaban en ese campo de concentración.
Yo me interese por todos los cubanos que estábamos allí presos para ver como salíamos y pedí una lista, fue pidiéndosela a un secretario que estaba en las oficinas y yo lo conocía y así fue como me la entregó. Allí había un grupo de cubanos y nos relacionábamos mucho.
-¿Cuándo llegó la ayuda de Cuba para sacarlos de allí?
Fue ya bastante tarde,yo llegue a Cuba bastante tarde,de los últimos ya del campo de concentración. Lo que pasó es que primero acá en Cuba no querían que volviésemos pero después las cosas cambiaron y el partido hizo muchas movilizaciones. A los cubanos que estábamos presos en las prisiones de España apenas si nos visitaron los diplomáticos cubanos acá en España pero luego si que ayudaron a la cosa de los canjes por prisioneros italianos. Se que acá en Cuba la gente que ayudaba a la república española estaba al tanto de quienes éramos los que estábamos presos y por eso fue que con el tiempo comenzaron a reclamarnos,pero eso no fue hasta después de terminada la guerra por completo.
-¿Paso por varios campos de concentración?
Sí, primero en Gijón, en Algodoneras y de ahí me llevaron en tren para el cuartel de San Marcos, allí estuve tres meses y medio en el Patio de El Museo y allí me llegaron los avales de los recursos que yo había hecho y me trasladaron de allí para Burgos, al campo de concentración de Burgos en San Pedro de Cardeña en un montículo muy alto en el que estaba el Palacio del Cid Campeador de España, como quince kilómetros más arriba de Burgos. Allí estuve casi un año preso y desde allí me llevaron a cambiarme por italianos a la frontera francesa en Biarritz pero cuando llegó el cambio quedamos nosotros sin cambiar y nos mandaron otra vez para allá, pasando mucha pena, caminando desde Burgos hasta San Pedro de Cárdena en un monte a quince o dieciséis kilómetros. Al lado de ese campo de concentración había un convento muy grande lleno de municiones de cañones y de todo.La República no había venido a bombardear allí, para eso estábamos nosotros los presos al lado haciendo de escudos humanos.
-¿Cómo eran esos intercambios de prisioneros en la frontera?
Aquello era por grupos, primero nos trasladaban hasta la cárcel de San Sebastián y después nos trasladaban a la frontera en Irún,allí tenían que cambiar a cada uno de nosotros por cinco italianos. Resulta que hasta mientras que duró la guerra la república tenía a muchos italianos presos para canjear. La primera vez que me llevaron al canje la cosa se torció. Pasaron otros siete cubanos antes que yo a los que si pudieron canjear pero a mitad de la lista se terminaron los canjes. Sentí una gran decepción pero yo era de los más optimistas, de los que mejor estaba siempre, no pensaban mal de mi y no me pegaban por nada, tuve esa suerte.
-Estaban ya al final de la guerra.
Sí eso ocurrió ya en los momentos finales. Después de ese intento de canje nos formaron en un batallón de trabajo en Burgos y nos trasladaron hasta el pueblo de Belchite que estaba destrozado porque allí la lucha había sido muy brava, allí habían combatido y muerto muchos compañeros de las Brigadas Internacionales.
-¿Finalmente fue intercambiado?
No porque nos llevaron a trabajos forzados a Belchite y cuando llevábamos un mes allá nos llegó la libertad. Fue porque decidieron hacer caso a las peticiones de los diplomáticos de Cuba que lograron que fuésemos expulsados de España. Así al menos recuperábamos la libertad
-Hábleme del momento de la liberación.
Bueno en Belchite había cuarenta y cinco cubanos y otros veintiséis compañeros que eran de otros países y a todos nos trasladaron hasta Bilbao para desde allí embarcarnos para Cuba. Fue un traslado en condiciones penosas y después de las decepciones anteriores ya no sabíamos como podía terminar aquello.
-¿Quedaron libres al embarcar?
No de ninguna manera, fuimos conducidos a las bodegas con una escolta fuerte de soldados italianos fascistas en el "Marques de Comillas",preso hasta Cuba. Nosotros salimos por la Ría de Bilbao, quince cubanos íbamos en el grupo. Tardamos quince días en llegar aquí porque había una zona de guerra muy grande que tenían que rodear los barcos ,por el centro del atlántico no se podía ir, por eso demoró tanto el barco en llegar de España a Cuba. Ese era el segundo viaje que daba el "Marques de Comillas" después de la guerra y no había pasaje para nadie,unicamente para nosotros que veníamos en las bodegas, durmiendo en el suelo y gracias a que veníamos así, quince días dándote de comer lo que les daba la gana.
-Al llegar al puerto de La Habana ¿que ocurrió?
Nos recibieron muy bien.Teníamos como quince escoltas para nosotros y al llegar se creían que íbamos a salir presos porque pensaban que el gobierno de aquí era fascista e iba a meternos presos a nosotros cuando llegáramos y fue todo lo contrario porque había tremenda multitud y organizaciones esperándonos en el muelle, fuimos los primeros en salir del barco, antes incluso que el pasaje, nos dieron la preferencia. Mi familia me decía Pepón y cuando bajaba por la escalinata oí mi nombre y dije "esa es mi tía Aurelia"¡Pepón,Pepón!,estaba detrás de una reja y enseguida fue la primera que me vino a ver y a llevarme para "El Cotorro" pero enseguida vine a este lugar, al Cerro porque tenía aquí unos tíos. LLegamos a La Habana el 26 de Diciembre de 1939 en una jornada memorable pero estábamos muy débiles del viaje y de haber pasado mucho en España.
-¿Desde Cuba siguió las noticias de la guerra en España?
Desconecté en seguida porque llegué muy mal. Lo había pasado muy mal. Se me va bastante la memoria, pero al fin y al cabo tuve suerte porque recuerdo que en un campo de concentración.....
-Cuándo se perdió la guerra. ¿Pensó que sería por poco tiempo?
Bueno no se sabía porque la situación en el mundo era mayoritariamente fascista apoyada por los alemanes y Mussolini y toda esa gente y no teníamos ya tanta confianza. Había que luchar duro en esa época, el fascismo se estaba adueñando de muchos países y se vislumbraba una cosa mala
-Cuando regresó ¿Quedaban compañeros en España?
Sí había otros que aún no se habían marchado de España y que quedaron allá presos por un tiempo. Hubo un grupo grande que murieron allá que fueron voluntarios, los de las Brigadas Internacionales, porque todo el que iba de aquí para España luchaba en las Brigadas Internacionales pero otros cubanos que ya estaban allá pelearon en otras unidades del ejercito.
-Cuando regreso a Cuba ¿tuvo militancia política?
Pertenecí como siempre al Partido Comunista. Pertenecí desde siempre.......primero me afilié al Partido Comunista en España, desde los quince años yo ya pertenecía a las milicias del Frente Popular en aquella juventud que era muy entusiasta. Ibamos a los frentes de batalla como si fuera...sin miedo ni nada. Tuve muy buenos compañeros en las milicias pero no conservo ningún documento de aquello. En Cuba seguí vinculado a las organizaciones de lucha. Aquí me decían "el miliciano" por mi participación en España, todo el mundo me conocía por "el miliciano" en aquellos años.
-Cuando, llega a Cuba se encuentra con una situación complicada.
Sí había mucha efervescencia revolucionarios y contrarios,los fascistones que había aquí. Yo pude conseguir trabajo por medio de la familia que tenía aquí en la fábrica de fideos "La Pasiega" de aquí de La Habana y ahí comencé a trabajar con mucho entusiasmo. Los dueños eran hijos de españoles también y me recibieron bien y me atendieron siempre bien a pesar de que eran fascitones no les importó,siempre me trataron bien. He permanecido en este empleo hasta que me jubilé siendo sereno en esa misma fábrica
-Cuando llega la Revolución en 1959 tiene unos cuarenta años ¿Cómo recuerda aquello?
Bueno al llegar aquí todo era diferente pero me fui adaptando a la situación de Cuba. Aquí había que hacer mucho y seguí militando y siendo un entusiasta de la revolución de modo que sentí una gran alegría cuando por fin triunfamos.
-Pasaron los años y se produjeron grandes cambios en el mundo. ¿Cómo vivió la caída del campo socialista?
Bueno, a seguir luchando y más nada y de distintas maneras, no hay más.
-Ha vuelto bastantes veces a España ¿Qué imagen tiene de aquello?
Yo amo a España porque di inclusive la vida por aquello. Por eso allí me siento querido por los españoles. Nosotros luchamos muy duro allí, contra el fascismo y contra todos los antipueblos que salían de allí y siempre estuve al lado del socialismo y sigo siendo el mismo.
-Que le parece la situación política de España.
Ahora en España hay un socialismo regular, suave, pero no es el socialismo verdadero, todavía no se ha llegado a eso.
-Al morir Franco España hizo una trancisión, que pensó de aquello.
Que al menos se terminaba con el fascismo que teníamos antes, se fue diluyendo,se se fue esfumando. Siempre queda algo porque son las casas pudientes las que están en contra de nosotros, los fascistas lo siguen siendo en cualquier parte del mundo. De todas formas en España se consiguió un avance muy grande.
-Tiene que cambiar Cuba igual que España.
Bueno este gobierno actual es el que más ha hecho cambiar a Cuba porque anteriormente los gobiernos robaban y este reparte entre el pueblo, ya los gobiernos de ahora son firmes, ya no existen los gobiernos bandidos. El gobierno actual es un gobierno que tiene responsabilidades con el pueblo y no como aquellos que iban por la libre y robando. Este gobierno de la Revolución es bastante del pueblo, bastante honrrado, algo que no se vio nunca. Hay que ir mejorando las cosas, nunca hacia atrás.

Herman Scheerboom,prisionero Holandés en San Pedro







Aquí vemos al voluntario Holandés Herman,en un acto en el Zaragoza,en Octubre de 2006. Con motivo de la celebración del 70 aniversario de la llegada de los Brigadistas Internacionales. Recogiendo el premio que la Fundación Lola Soler Blánquez les otorgó en su categoría “Lucha Social”.





A la derecha vemos la carta que envio a su madre a Amsterdam el 26 de Julio de 1938 desde San Pedro de Cardeña,vía Cruz Roja.







Llego a España el 20 de Agosto de 1937 para ingresar en las Brigadas Internacionales. Tenía 25 años cuando,"vine a España porque sentí que debía ser solidario con el primer frente popular de toda Europa y que supuso todo un ejemplo para nosotros”. Con una bala en la cabeza,que recibió en el frente,fue uno de sus muchos recuerdos de España.




Fue hecho prisionero el 2 de Febrero de 1938 en Villalba. Llegó a San Pedro el 8 de Abril de 1938,procedente de Zaragoza,donde se encontraba recluido en la Academia Militar. Junto con decenas de Internacionales y miles de Republicanos. En San Pedro,“nos apaleaban todos los días cuando íbamos al comedor”.




El 1 de Diciembre de 1939,junto con 459 presos,sale de San Pedro tras su cierre. Ingresan en un Batallón de Trabajadores 75,pasando por Palencia. Condenado a trabajos forzados en "regiones devastadas", participará en la reconstrucción de Belchite,entre otros castigos.




El 10 de Diciembre de 1941 causa baja en este batallón,ingresando en el Campo de Concentración de Miranda de Ebro. Salió de esta prisión el 19 de Julio de 1943,"por un representante del consul general de los Países Bajos". Y expulsado del país el 22 de Julio del 1943.
Cuando le liberaron, la Embajada holandesa se desentendió de él. Consiguió coger un barco en Lisboa que le llevó a Liverpool. En Londres siguió luchando contra el fascismo alemán, contra el que combatía su país.




Fuentes: Archivo General Militar de Guadalajara y otras.