El tener un libro en San Pedro, no de caracter fascista, fue un lujo. Varios presos consiguieron introducir, tras su detención, varios libros en inglés. Uno era "Lawrence de Arabia", que principalmente estuvo en la planta de los Británicos. A cuenta de este libro, hubo muchos debates entre los presos por la posición Británica y Alemana en el cercano Este.
También hubo risas por un libro de Wodehouse, publicado en 1934, su primera novela de Bertie y Jeeves, Thank you, Jeeves. Normalmente eran leídos en voz alta en grupos de 15. Aproximadamente durante una hora y cada día por un preso distinto.
También se dió el caso de un preso Americano que, todavía con su reloj de pulsera, consiguió un intercambio. A través de otro preso internacional, con buenas amistades con los guardias, hizo un trato con un soldado. Este soldado se había fijado varias veces en su reloj. Finalmente, cambió su reloj por el Quijote de Cervantes. Este brigadista, recuerda que con el "Quijote" paso momentos magníficos.
La posición de las autoridades franquistas era de continuar con la reeducación de los prisioneros. Por eso la creación de una biblioteca para prisioneros extranjeros, principalmente con textos anti-marxistas o fascistas.
Estas son las instrucciones y el reglamento, actualmente en el Archivo Militar General de Avila:
Instrucciones para la creación y reglamentación de la biblioteca para prisioneros extranjeros en el Campo de Concentración de San Pedro de Cardeña.
1º Se procede a crear una Biblioteca para Prisioneros Extranjeros, la cual se formará con los libros y material de Propaganda que hasta el presente se poseen y con aquel que en lo sucesivo, ya sea por aportaciones Oficiales o privadas previa aprobación de esta Inspección, se vayan recibiendo.
2º Para el cuidado de la Biblioteca, se nombrará por el Jefe del Campo a uno de los prisioneros que por el conocimiento de varios idiomas y por su comportamiento y antecedentes sea apto para ello. A ser posible un Bibliotecario de profesión.
La supervisión de la Biblioteca, correrá a cargo del Jefe del Campo y del Capellán del mismo.
3º De acuerdo con el horario establecido, se determinará por el Jefe del Campo, el tiempo dedicado a la lectura, que puede ser de 1 a 2 horas diarias, repartidas entre la mañana y la tarde.
4º Dada la variedad de nacionalidades, se nombrará un "Lector" para cada una de ellas, el cual procederá a la lectura diaria de algún capítulo, de los volúmenes escojidos a tal efecto, que serán preferentemente aquellos que traten de las Obras realizadas por el Régimen Fascista u Anti-marxistas para los de aquellas Naciones donde este instituido dicho Régimen.
Esta clase de lectura, se efectuará en la primera parte de la hora u horas determinadas.
En la segunda los prisioneros podrán leer libros particularmente y a su libre elección, que devolveran una vez terminado el tiempo concedido al Jefe del Grupo, que puede ser el mismo Lector, que a su vez lo hará a la Biblioteca, en presencia del prisionero Bibliotecario.
5º Diariamente y terminada la hora de lectura, el Bibliotecario, pasará revista, de cuyo resultado dará cuenta al Jefe del Campo.
6º Se procurará conservar los libros en buen estado y se castigará con la supresión de su uso a aquellos prisioneros que muestren desidia o mala intención al tratar los libros.
7º La lectura podrá efectuarse tanto en local cerrado que puede ser el mismo que se destine para Bibliotecario al aire libre si el estado del tiempo lo permite.
8º La Biblioteca se dividirá por Nacionalidades, a los efectos de mejor colocación de los volúmenes, facilitando escoger los mismos por los distintos Grupos.
9º Los volúmenes irán numerados correlativamente y se llevará de ellos un índice General.
10º Mensualmente se remitirá a esta Inspección, por el Jefe del Campo, un estado numérico de los volúmenes con que cuente la Biblioteca y expresión de las materias de los mismos
Burgos 10 de Agosto de 1938
III Año Triunfal
El Coronel Inspector
Luis de Martín Pinillos
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