Entrevista realizada a José María Fernández Souto en su domicilio del municipio de Cerro/Ciudad Habana el 10 de Octubre de 2005.
-¿Donde nació usted?
Soy cubano nacido en aquí en La Habana el 20 de mayo de 1918, de nueve años quedé huérfano de madre y al cumplir diez me llevaron a España y allí viví hasta que vine para Cuba.
-Hábleme de su familia.
Con nueve años me llevó mi papa a España,enfermo,el tenía aquí un alambique de vinos, aquí en Luyanó,estaba bien, estaba establecido, pero después se enfermó y tuvo que ir enfermo para España.LLegamos el 21 de abril de 1929 y fuimos a vivir a Asturias donde teníamos familia, pero al año de llegar allí con mi padre,el falleció y me quedé junto con una hermana que iba para allá.Quedamos al cargo de una tía de mi padre.Yo comencé a trabajar con dieciséis años, primero como criado pero se ganaba poca plata y después me empleé en una carretera.
-Que hacía cuando estalla la guerra civil española.¿En que lugar de Asturias vivía?
En la villa de Grados.Les llaman los Mozones a los que viven por allí
-¿Comenzó a tener conciencia política muy joven?
Si mucho, mucho porque yo de joven estaba ya en las milicias del Frente Popular, en todo aquello que había que cambiar, porque allí lo que había era fascismo, aquella monarquía que gobernaba en España que era muy pobre.
-¿Tenía alguna militancia, estaba en algún partido?
Pertenecía a las milicias del "Frente Popular", aún guardo los documentos.En cuanto empezaron las milicias yo tenía que pertenecer porque yo ya estaba en eso, en la juventud.La juventud aquella era tremenda, no teníamos miedo a nada, a donde nos tocaba ir íbamos con todo el conocimiento y fuerza, eran unas milicias que sabían contra quien peleaban.Con dieciséis años yo pertenecía a las milicias del comité de voluntarios de Grados y cuando llegó la guerra yo ya llevaba dos años preparándome
-¿Qué recuerdos tiene del inicio de la guerra, de la movilización?
Yo me presenté el primer día que empezó la guerra, tenía dieciocho años y pasé unos días en el comité de guerra de Grados y después fui voluntario al 5º Batallón de Asturias.A mi me toco en diferentes frentes en Asturias, peleé en el cerco de Oviedo, frente a las tapias de los manicomios y en todas las cordilleras del Naranco,el el Pico del Arbol,en los Corredores y en todos esos sitios...se me olvidan los nombres.Combatí siempre en infantería.Yo fui para el frente de León a pelear, donde están los picos de Europa y todo eso.
-¿Conoció a los otros cubanos que comenzaban llegar a la guerra española?
No, cubanos no, en esa zona pelaron muy pocos.En mi batallón yo era el único cubano.
-¿Que decían sus compañeros al ser usted el único cubano?
Yo era muy echado para adelante, si había que parlamentar yo parlamentaba.Yo parlamenté como tres veces allá en el Monte de León.Había que tener un poco de serenidad y firmeza.
-¿Como eran esos parlamentos?
A veces daban algunos tiros, yo no corrí mucho, corrí algo para esconderme de ellos pero les sacaba los periódicos que llevaba para cambiar y enseguida se acababan los tiros.Había que arriesgarse mucho porque recuerdo una ocasión que nosotros éramos dos y allí teníamos como veinte y nos tenían copados y nos decían" nosotros si queremos los llevamos a ustedes" y les respondíamos que nos llevasen si querían que ya sabrían los compañeros lo que estaban haciéndonos .Decían que sabían que teníamos compañeros que nos estaban vigilando pero les repondríamos que no teníamos a nadie,¡nosotros no tenemos miedo a nada tenemos firmeza!,y así era aquello.
-¿Que decían los enemigos cuando veían a un cubano allí parlamentando?
Nada, hacíamos intercambio de cartas, manipulábamos allí el chusco, ellos decían que el nuestro era pan negro y nosotros les llevábamos pan blanco para que vieran ,aunque era mentira, en realidad allí estábamos con pan bastante "prieto",las necesidades que había eran muchas pero no se podían decir esas cosas.
-¿Estuvo fijando el frente del norte durante bastante tiempo?
Sí, hasta que caí preso y de ahí ya no me soltaron.Las milicias del Frente Popular estuvieron combatiendo en el frente del norte hasta que la presión enemiga se hizo imparable, primero combatí en Oviedo, después en las montañas de Asturias y después nos llevaron a defender el frente el límite entre Asturias y León.Estando peleando en el frente de Puerto Pino se terminó la guerra en Asturias. Caí preso,primero en mi pueblo de Grado.Y al caer el frente me fui para mi pueblo a ver como solucionaba; él fusil lo deje escondido en el tronco hueco de un castañal y me fui con mi familia, pero allí buscaban a todos los que eran milicianos y se los llevaban preso.Despues de estar unos días preso en Grado nos trasladaron a muchos hasta un campo de concentración que se llamaba Algodoneras y estaba en Gijón.Lo de Algodoneras eran unas naves de algodón junto a las líneas del tren a la entrada de Gijón y ahí estuve preso en el primer campo de concentración de España.
-Pasó preso la mayor parte de la guerra.
Sí porque el norte cayó bastante pronto y pasé el resto del tiempo en varias prisiones. Desde el campo de concentración de Algodoneras nos trasladaron a cinco mil presos hasta el "Cuartel de San Marcos" que esta en León; allí nos llevaban a todos los que consideraban desafectos al régimen. Allí estaba ya preso un primo mió, en el Cuartel de San Marcos y allí me internaron con él en ese cuartel "Museo" que le llaman, allí pasé tres meses y medio. En ese lugar hubo unos confesionarios que pusieron los fascistas para darnos el Padre Nuestro y darte una "medalla" de esas de ellos. Iba el que quería, yo fui pero solo decía mentiras, liábamos la jodedera nosotros allí, era una juerga los confesionarios con ellos porque el que venía le contaba a los otros,ja,ja.......
-¿Era muy duro aquello?
Sí allí en el Patio del Museo había como unos seis o siete confesionarios de esos. Pero nos nos trataban bien. Solo que nos fichaban si no ibas al confesionario porque nos consideraban enemigos de su modo de pensar, tenías que tener un escapulario o algo de que ya te habían confesado. El que tenía dinero pagaba cinco o seis monedas por las medallas de haber confesado con los curas. Dos o tres veces me confesé yo porque después las medallas las pagaban. El republicano que tenía dinero y podía pagar una medalla,para no verlos ni confesar con los curas,pagada la medalla y ya no le pasaba nada. Pero a última hora el que no tenía medalla lo pasaba mal,hasta culatazos. Además la comida estaba muy mala, aquello lo que tenía eran chícharos con muchos "gorgojos",la perola estaba llena de "gorgojos". No comíamos carne,los chícharos y dos o tres sardinas cuando había pero a veces ni eso, esa era la comida de los presos.Había un vecino que era de los faascistas,era un soldado pero me conocía muy bien y me dijo que no se podía traer nada a los presos pero que el si me traería cosas a mí, pagándolas claro; traía azúcar, vino y a veces pan con algo. Lo traía todo escondido debajo de el capote y lograba pasarlo porque era de los escoltas que había en el segundo campo en el que estuve preso. Eso me quito mucha hambre y siempre que podía repartía con mis compañeros. Eso fue posible porque yo era cubano y me distinguían en el trato y al fin y al cabo me sacaban dinero.
-Usted procuro una lista con la relación de los cubanos que estaban en ese campo de concentración.
Yo me interese por todos los cubanos que estábamos allí presos para ver como salíamos y pedí una lista, fue pidiéndosela a un secretario que estaba en las oficinas y yo lo conocía y así fue como me la entregó. Allí había un grupo de cubanos y nos relacionábamos mucho.
-¿Cuándo llegó la ayuda de Cuba para sacarlos de allí?
Fue ya bastante tarde,yo llegue a Cuba bastante tarde,de los últimos ya del campo de concentración. Lo que pasó es que primero acá en Cuba no querían que volviésemos pero después las cosas cambiaron y el partido hizo muchas movilizaciones. A los cubanos que estábamos presos en las prisiones de España apenas si nos visitaron los diplomáticos cubanos acá en España pero luego si que ayudaron a la cosa de los canjes por prisioneros italianos. Se que acá en Cuba la gente que ayudaba a la república española estaba al tanto de quienes éramos los que estábamos presos y por eso fue que con el tiempo comenzaron a reclamarnos,pero eso no fue hasta después de terminada la guerra por completo.
-¿Paso por varios campos de concentración?
Sí, primero en Gijón, en Algodoneras y de ahí me llevaron en tren para el cuartel de San Marcos, allí estuve tres meses y medio en el Patio de El Museo y allí me llegaron los avales de los recursos que yo había hecho y me trasladaron de allí para Burgos, al campo de concentración de Burgos en San Pedro de Cardeña en un montículo muy alto en el que estaba el Palacio del Cid Campeador de España, como quince kilómetros más arriba de Burgos. Allí estuve casi un año preso y desde allí me llevaron a cambiarme por italianos a la frontera francesa en Biarritz pero cuando llegó el cambio quedamos nosotros sin cambiar y nos mandaron otra vez para allá, pasando mucha pena, caminando desde Burgos hasta San Pedro de Cárdena en un monte a quince o dieciséis kilómetros. Al lado de ese campo de concentración había un convento muy grande lleno de municiones de cañones y de todo.La República no había venido a bombardear allí, para eso estábamos nosotros los presos al lado haciendo de escudos humanos.
-¿Cómo eran esos intercambios de prisioneros en la frontera?
Aquello era por grupos, primero nos trasladaban hasta la cárcel de San Sebastián y después nos trasladaban a la frontera en Irún,allí tenían que cambiar a cada uno de nosotros por cinco italianos. Resulta que hasta mientras que duró la guerra la república tenía a muchos italianos presos para canjear. La primera vez que me llevaron al canje la cosa se torció. Pasaron otros siete cubanos antes que yo a los que si pudieron canjear pero a mitad de la lista se terminaron los canjes. Sentí una gran decepción pero yo era de los más optimistas, de los que mejor estaba siempre, no pensaban mal de mi y no me pegaban por nada, tuve esa suerte.
-Estaban ya al final de la guerra.
Sí eso ocurrió ya en los momentos finales. Después de ese intento de canje nos formaron en un batallón de trabajo en Burgos y nos trasladaron hasta el pueblo de Belchite que estaba destrozado porque allí la lucha había sido muy brava, allí habían combatido y muerto muchos compañeros de las Brigadas Internacionales.
-¿Finalmente fue intercambiado?
No porque nos llevaron a trabajos forzados a Belchite y cuando llevábamos un mes allá nos llegó la libertad. Fue porque decidieron hacer caso a las peticiones de los diplomáticos de Cuba que lograron que fuésemos expulsados de España. Así al menos recuperábamos la libertad
-Hábleme del momento de la liberación.
Bueno en Belchite había cuarenta y cinco cubanos y otros veintiséis compañeros que eran de otros países y a todos nos trasladaron hasta Bilbao para desde allí embarcarnos para Cuba. Fue un traslado en condiciones penosas y después de las decepciones anteriores ya no sabíamos como podía terminar aquello.
-¿Quedaron libres al embarcar?
No de ninguna manera, fuimos conducidos a las bodegas con una escolta fuerte de soldados italianos fascistas en el "Marques de Comillas",preso hasta Cuba. Nosotros salimos por la Ría de Bilbao, quince cubanos íbamos en el grupo. Tardamos quince días en llegar aquí porque había una zona de guerra muy grande que tenían que rodear los barcos ,por el centro del atlántico no se podía ir, por eso demoró tanto el barco en llegar de España a Cuba. Ese era el segundo viaje que daba el "Marques de Comillas" después de la guerra y no había pasaje para nadie,unicamente para nosotros que veníamos en las bodegas, durmiendo en el suelo y gracias a que veníamos así, quince días dándote de comer lo que les daba la gana.
-Al llegar al puerto de La Habana ¿que ocurrió?
Nos recibieron muy bien.Teníamos como quince escoltas para nosotros y al llegar se creían que íbamos a salir presos porque pensaban que el gobierno de aquí era fascista e iba a meternos presos a nosotros cuando llegáramos y fue todo lo contrario porque había tremenda multitud y organizaciones esperándonos en el muelle, fuimos los primeros en salir del barco, antes incluso que el pasaje, nos dieron la preferencia. Mi familia me decía Pepón y cuando bajaba por la escalinata oí mi nombre y dije "esa es mi tía Aurelia"¡Pepón,Pepón!,estaba detrás de una reja y enseguida fue la primera que me vino a ver y a llevarme para "El Cotorro" pero enseguida vine a este lugar, al Cerro porque tenía aquí unos tíos. LLegamos a La Habana el 26 de Diciembre de 1939 en una jornada memorable pero estábamos muy débiles del viaje y de haber pasado mucho en España.
-¿Desde Cuba siguió las noticias de la guerra en España?
Desconecté en seguida porque llegué muy mal. Lo había pasado muy mal. Se me va bastante la memoria, pero al fin y al cabo tuve suerte porque recuerdo que en un campo de concentración.....
-Cuándo se perdió la guerra. ¿Pensó que sería por poco tiempo?
Bueno no se sabía porque la situación en el mundo era mayoritariamente fascista apoyada por los alemanes y Mussolini y toda esa gente y no teníamos ya tanta confianza. Había que luchar duro en esa época, el fascismo se estaba adueñando de muchos países y se vislumbraba una cosa mala
-Cuando regresó ¿Quedaban compañeros en España?
Sí había otros que aún no se habían marchado de España y que quedaron allá presos por un tiempo. Hubo un grupo grande que murieron allá que fueron voluntarios, los de las Brigadas Internacionales, porque todo el que iba de aquí para España luchaba en las Brigadas Internacionales pero otros cubanos que ya estaban allá pelearon en otras unidades del ejercito.
-Cuando regreso a Cuba ¿tuvo militancia política?
Pertenecí como siempre al Partido Comunista. Pertenecí desde siempre.......primero me afilié al Partido Comunista en España, desde los quince años yo ya pertenecía a las milicias del Frente Popular en aquella juventud que era muy entusiasta. Ibamos a los frentes de batalla como si fuera...sin miedo ni nada. Tuve muy buenos compañeros en las milicias pero no conservo ningún documento de aquello. En Cuba seguí vinculado a las organizaciones de lucha. Aquí me decían "el miliciano" por mi participación en España, todo el mundo me conocía por "el miliciano" en aquellos años.
-Cuando, llega a Cuba se encuentra con una situación complicada.
Sí había mucha efervescencia revolucionarios y contrarios,los fascistones que había aquí. Yo pude conseguir trabajo por medio de la familia que tenía aquí en la fábrica de fideos "La Pasiega" de aquí de La Habana y ahí comencé a trabajar con mucho entusiasmo. Los dueños eran hijos de españoles también y me recibieron bien y me atendieron siempre bien a pesar de que eran fascitones no les importó,siempre me trataron bien. He permanecido en este empleo hasta que me jubilé siendo sereno en esa misma fábrica
-Cuando llega la Revolución en 1959 tiene unos cuarenta años ¿Cómo recuerda aquello?
Bueno al llegar aquí todo era diferente pero me fui adaptando a la situación de Cuba. Aquí había que hacer mucho y seguí militando y siendo un entusiasta de la revolución de modo que sentí una gran alegría cuando por fin triunfamos.
-Pasaron los años y se produjeron grandes cambios en el mundo. ¿Cómo vivió la caída del campo socialista?
Bueno, a seguir luchando y más nada y de distintas maneras, no hay más.
-Ha vuelto bastantes veces a España ¿Qué imagen tiene de aquello?
Yo amo a España porque di inclusive la vida por aquello. Por eso allí me siento querido por los españoles. Nosotros luchamos muy duro allí, contra el fascismo y contra todos los antipueblos que salían de allí y siempre estuve al lado del socialismo y sigo siendo el mismo.
-Que le parece la situación política de España.
Ahora en España hay un socialismo regular, suave, pero no es el socialismo verdadero, todavía no se ha llegado a eso.
-Al morir Franco España hizo una trancisión, que pensó de aquello.
Que al menos se terminaba con el fascismo que teníamos antes, se fue diluyendo,se se fue esfumando. Siempre queda algo porque son las casas pudientes las que están en contra de nosotros, los fascistas lo siguen siendo en cualquier parte del mundo. De todas formas en España se consiguió un avance muy grande.
-Tiene que cambiar Cuba igual que España.
Bueno este gobierno actual es el que más ha hecho cambiar a Cuba porque anteriormente los gobiernos robaban y este reparte entre el pueblo, ya los gobiernos de ahora son firmes, ya no existen los gobiernos bandidos. El gobierno actual es un gobierno que tiene responsabilidades con el pueblo y no como aquellos que iban por la libre y robando. Este gobierno de la Revolución es bastante del pueblo, bastante honrrado, algo que no se vio nunca. Hay que ir mejorando las cosas, nunca hacia atrás.
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