martes, 15 de diciembre de 2009

Carl Geiser (1910-2009),puedes ir orgulloso.

Carl Geiser en 2008, foto de Kristin Becker.


Podéis marcharos orgullosos. Sois la historia, sois la leyenda, sois el ejemplo heroico de la solidaridad y de la universalidad de la democracia.
No os olvidaremos, y cuando el olivo de la paz florezca, entrelazado con los laureles de la victoria de la República española, ¡volved!...
Discurso de La Pasionaria en Barcelona el 1 de Noviembre de 1938.

Aquí vemos al recientemente fallecido Brigadista Americano Carl Geiser, junto a Jules Pavio un Brigadista Canadiense, ambos estuvieron presos en San Pedro de Cardeña. La foto es del 70 aniversario de la formación de las Brigadas Internacionales en Octubre de 2006.
La lectura del libro de Carl Geiser "Prisoners of the Good Fight", fue mi inspiración y guía para el comienzo de mi trabajo. Además también de este blog. No le sobra ni una coma a este libro. Probablemente el mejor realizado por un prisonero de guerra. Lo realizó en 1981, teniendo toda su vida esta experiencia en su corazón. Su lucha y su memoria quedan escritas para futuras generaciones. Hasta siempre camarada.

Foto de la 15 Brigada en Brunete en Julio de 1937

Carl Frederick Geiser nació en Orrville, Ohio, el 10 de diciembre de 1910 y fallecio el 28 de Noviembre de 2009. El mayor de seis hermanos, su padre, granjero, falleció durante la epidemia de gripe al final de la Primera Guerra Mundial, y su madre de tuberculosis un año después. Sus abuelos maternos, inmigrantes suizos que hablaban poco inglés, se encargaron de criar a Geiser y sus hermanos. El joven Geiser recibió su educación secundaria mientras ayudaba en las tareas de la granja familiar. Tras su graduación en el instituto de Orrville en 1928, ingresó en la Escuela de Tecnología de la Young Men Christian Association en Cleveland, donde se especializó en Ingeniería Eléctrica.
En 1932, tras el establecimiento de relaciones entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, Geiser formó parte de la primera delegación de la Federación Nacional de Estudiantes que viajó al país recientemente reconocido. Esta visita tuvo una influencia decisiva para la formación política de Geiser. Impresionado por el sistema soviético y por los principios de la ideología socialista, Geiser se unió a la Liga de Juventudes Comunistas al volver a Ohio. Se convirtió en un miembro activo de la Unión de Estudiantes en Cleveland y asistió como delegado al Primer Congreso de Estudiantes contra la Guerra y el Fascismo que tuvo lugar en Chicago. Fue allí donde Geiser conoció a su futura esposa, profesora y activista que compartía su fervor político. La pareja se trasladó a Nueva York, donde se vieron inmersos en una cultura de activismo político y organizativo. Geiser escribió artículos de prensa y editó los boletines de la International Labor Defense, participó en la organización de la Liga Contra la Guerra y el Fascismo y en 1936 fue elegido miembro del Comité de la Liga de Juventudes Comunistas.

Carta de Carl Geiser en Septiembre de 1937.

El 13 de abril de 1937 Geiser embarcó en el Georgic para unirse a las Brigadas Internacionales en defensa de la República Española. Sirvió en el abastecimiento de munición en la Batalla de Brunete, participó en la acción de Quinto y ascendió a Teniente. Tras la batalla de Belchite, en septiembre de 1937, Geiser fue ascendido a comisario político y encargado de la organización de la escuela de preparación de comisarios en Tarazona. Herido en Fuentes de Ebro, estuvo hospitalizado durante tres meses. Volvió al frente como comisario del Batallón Mackenzie-Papineau en enero de 1938 y el 1 de abril fue capturado por fuerzas fascistas. A lo largo del siguiente año estuvo internado en San Pedro de Cardeña (4 de Abril de 1938), junto con otros 650 prisioneros de las Brigadas Internacionales. Por intervención de los Amigos de la Brigada Abraham Lincoln y el Departamento de Estado de EEUU, Geiser y otros 71 norteamericanos fueron liberados el 22 abril de 1939.

Prisioneros entrando a San Pedro de Cardeña (1938).



Geiser volvió a Nueva York y obtuvo un puesto de ingeniero en Liquidometer, una empresa fabricante de equipamiento aeronáutico. Trabajando en distintos puestos durante los siguientes 40 años, Geiser registró numerosas patentes y, como director de investigación, supervisó las pruebas de un componente usado posteriormente en la primera misión lunar. En 1946 se divorció de su primera mujer. En 1956 ingresó en la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Columbia, donde cursó estudios de psicología y donde se graduó Cum Laude en 1963.
A principios de los 70 Geiser volvió su atención de nuevo hacia España. El relato que escribió sobre un concierto de Navidad en San Pedro de Cardeña fue publicado en el New York Times y esta positiva aceptación le llevó a profundizar más en su experiencia en el campo de concentración. Tras su jubilación a los 71 años, Geiser comenzó a escribir una historia general de los voluntarios norteamericanos capturados durante la GCE. Con al ayuda de su compañero de cautiverio Robert Steck, Geiser reunió información biográfica de los 120 compatriotas que habían estado encarcelados en las prisiones españolas. También mantuvo correspondencia con más de 150 veteranos en todo el mundo para pedirles sus recuerdos y viajó a archivos en los EEUU y Europa para dirigir la investigación. Ring Lardner (cuyo hermano cayó en acción mientras luchaba con las BBII) y miembros de los Veteranos de la Brigada Abraham Lincoln, interesados en que el proyecto saliera adelante le dieron su apoyo económico. Cinco años de investigación y escritos culminaron en la redacción final de un manuscrito de 900 páginas. Una versión abreviada de éste, Prisoners of the Good Fight fue publicada en 1986.


Traducción hecha a partir del artículo de Tamiment Library / Wagner Archives


Dec. 10, 1910 - Nov. 28, 2009


Carl Fredrick Geiser, 98, of Corvallis died Nov. 28 in Corvallis.


Carl was born Dec. 10, 1910, in Orrville, Ohio, to Peter and Mary Schmid Geiser. Raised by his grandmother, he was Orville High School's 1928 salutatorian. Attending Fenn College during the Depression heightened his political awareness and, together with a moral sense instilled by his Mennonite upbringing, motivated him to join the National Student Federation and the American Student Union, and serve as a delegate to the First Student Congress Against War and Fascism.


In 1937, he fought in the International Brigades in defense of the Spanish Republic, eventually serving as Commissar of the MacKenzie-Papineau Battalion. Captured by Franco's forces, he was interned until 1939.


Returning to New York, Carl worked as an electrical engineer, filing numerous patents and testing fuel gauges for the first lunar missions. He was president of the United Electrical Radio and Machine Workers of America Local 1232, and earned a bachelor of science degree in psychology from Columbia University. Upon retiring in 1981, Geiser wrote "Prisoners of the Good Fight," a history of American volunteers captured in Spain.


Preceded in death by his first wife, Sylvia Segal, and his second wife, Doris Reick Geiser, he moved with his daughter to Corvallis in 1993.


In Corvallis, he was a member of the Democratic Party, the Green Party, the Unitarian Universalist Fellowship of Corvallis and Committees of Correspondence.


Throughout his life, Carl was involved in social, political and environmental activism, and was an avid reader and correspondent. He will be fondly remembered for his appreciation of the good in everyone and his commitment to a "just and peaceful world."


Memorial services are being planned for spring.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Luis Arrieta de las Heras "Lagun"(1920-1997) 

Luis Arrieta nació en Bilbao el 7 de marzo 1920, pero vivió la mayor parte de su vida en la Arboleda, zona de extracción de minera de Trapaga. A la edad de 13 años se unió al grupo recién formado de las Juventudes Libertarias en el área y se convirtió en su primer secretario.
Cuando estallá la guerra civil, Luis, con sólo 16 años de edad, se alistó con el Batallón de la CNT Sacco y Vanzetti, teniendo la menor edad. Aun así, él ayudó a la organización en la retaguardia e incluso representó a su sindicato en el pleno. Poco después de la última ofensiva de los fascistas (abril 1937), Arrieta se unió al Batallón n º 3 de Bakunin, una vez más mintiendo sobre su edad real.

Foto de milicianos vascos, en San Sebastian.

En la retirada de La Arboleda, Arrieta se dedicó a la destrucción los documentos y otros materiales que pudieran poner en peligro a sus compañeros. Compartió la suerte de su batallón en la retirada y su rendición final en Santander en junio de 1937. Luego se convirtió en uno de los muchos prisioneros en el campo de concentración de Orduña, donde fue testigo del traslado de sus compañeros en lotes, sufrió hambre y muchas otras privaciones. Luego fue trasladado a El Carmelo en Vitoria y a Los Escolapios de Bilbao (ambos seminarios religiosos y escuelas utilizadas como cárceles).
Arrieta fue llevado ante una corte marcial por cargos de haber sido el secretario de las Juventudes Libertarias en La Arboleda y por apoderarse de un radio durante la guerra civil. Un elemento vital para la resistencia a los rebeldes. Delito punible con la pena de muerte. Por suerte para Arrieta había un juez que estableció el cargo sobre la base de que había sido motivada por los celos.

Foto de un miliciano de la Columna Durruti en Madrid.

Desde los Escolapios fue trasladado a la Universidad de Deusto (utilizado como campo de concentración y de clasificación) y más tarde fue asignado a un batallón de trabajo donde estuvo durante 26 meses. En el campo de concentración de San Pedro de Cardeña (Burgos) sufrió los rigores de un invierno helado, con apenas lo suficiente para vestir. Sin embargo, peor que el mal tiempo fueron la arbitrariedad y los abusos de los oficiales y suboficiales. Los golpes, el abuso y la intimidación.

Gudaris vascos en el Frente de Madrid.
Continuó en diversos Batallones de Trabajadores hasta su disolución. Alistado en el servicio militar a la fuerza, siendo desmovilizado el 30 de Junio de 1942. Continuó su militancia clandestina en la CNT tanto en San Sebastian como en Baiona, sede en el exilio.
Fue detenido en 1964 y procesado por sindicalista. En la década de 1970 encabezó los esfuerzos para resucitar la CNT en La Arboleda y Euskadi.

La muerte de Lagun (un compañero y amigo verdadero en todos los sentidos de la palabra) el 19 de junio 1997 privó a la CNT del País Vasco y al movimiento obrero en general, no sólo de un sindicalista, sino también de una conexión esencial entre la historia y el anarco-sindicalismo contemporáneo.
Tampoco debemos pasar por alto su pareja Anastaria Aparicio, conocido por sus amigos simplemente como Ane. Ellos habían estado juntos desde 1944 y fue un apoyo excepcional a Luis, en tiempos de clandestinidad. Tuvieron tres hijos, Evelio, Oscar y José Luis.
Fuente:
CNT Comité Regional Norte, Julio de 1997.

martes, 1 de diciembre de 2009

El batallón de trabajadores 75

Hace 70 años el 1 de Diciembre de 1939, el gobierno golpista de Franco condena a los voluntarios internacionales presos a realizar trabajos forzados en las “regiones devastadas” con lo cual son trasladados al campo de concentración de Belchite (Zaragoza). Estos brigadistas que precedentemente habían estado internos en San Pedro de Cardeña, sumando un total de unos 459 presos, y que en noviembre de 1939 habían pasado a disposición de la Jefatura de Reconstrucción de Belchite a mando del Servicio de Regiones Devastadas (Ministerio de Gobernación), siendo encuadrados en el Batallón Disciplinario de Trabajadores número 75. Con prisioneros originarios de San Pedro, los grupos más numerosos principalmente de Alemanes, Argentinos, Cubanos, Holandeses, Checoslovacos, Italianos, Polacos, Yugoslavos, Portuguesa, además de otras muchas nacionalidades con menos presos.

Del 24 de Agosto hasta el 6 de Septiembrede 1937 tuvo lugar la ofensiva Republicana. Aquí vemos en esta foto soldados franquistas en una trinchera en Belchite. El pueblo quedó practicamente destruido. Franco decidió que los prisioneros republicanos reconstruirían un Belchite Nuevo con sus propias manos. Para dejar las ruinas de Belchite Viejo como ejemplo de la destrucción "roja".

Aquí vemos prisioneros en el penal de Valdenoceda (Burgos) en 1941, participaron como exclavos del franquismo en diversas obras. Entre estas, la construcción del ferrocarril Santander-Mediterráneo nunca acabada. Anteriormente el 25 de Agosto de 1938 el “Sr.Presidente de la Diputación ( de Burgos), lamentando el mal estado de la carretera de Burgos a San Pedro de Cardeña; tengo el honor de informar a V.S. Que la citada carretera no ha sido preparada por la escasez de peones necesarios para el empleo de la piedra, y podría comenzarse seguidamente su reparación si a la Diputación facilitasen treinta prisioneros de guerra para el empleo de la piedra ya acopiada”. Dirigiéndose al Cuartel General del Generalísimo,y contestada favorablemente por el Coronel Jefe del Estado Mayor el 30 de Agosto. Dado sus “....pésimas condiciones y ello originando constantes desperfectos en los autos y camiones que hacen servicio a dicha prisión.” Usando presos de San Pedro para diferentes obras, como la realizada en la carretera de Cardeñadijo y la mismo acceso a San Pedro.

En Belchite, los 459 presos internacionales llegados de San Pedro junto a otros presos políticos y de guerra tuvieron que trabajar reconstruyendo por completo un nuevo pueblo de Belchite al lado de las ruinas del devastado. A grito de "vosotros habéis destruido Belchite y vosotros lo vais a reconstruir". Muchos habían estado dos años antes en la ofensiva de Aragón, por parte del Ejercito Republicano.
Estos presos llegados desde San Pedro eran principalmente Franceses, Polacos, Yugoslavos, Argentinos, Holandeses,...que no habían sido intercambiados con fascistas Italianos y Alemanes en manos de la República. Las condiciones en este campo de concentración de Belchite eran lamentables. Muchos murieron de hambre, sumado a las duras condiciones de trabajo. Torturas y palizas estaban a la orden del día. Sometidos a más de 10 horas de trabajo diario. Lo que dió lugar a alguna fuga.
Hacia finales del mes de febrero de 1940, Herbert, otro veterano de San Pedro junto con dos de sus compañeros consiguen escapar del campo. Embarco como polizón y no volvió jamas a España. Aquí vemos una foto de Herbert en el Campo de Concentración de Belchite en 1940.

Algunos Portugueses, Holandeses, Cubanos, entre otros, fueron liberados durante su estancia en Belchite. El resto fueron trasladados al Campo de Concentración de Miranda de Ebro el 10 de Diciembre de 1941. Procedentes de la Compañía de Extranjeros del Batallón Disciplinario de Trabajadores 75, que en junio de ese año se había trasladado desde Belchite (Zaragoza) a Palencia.

Fuentes:

Archivos Militares de Ávila y Guadalajara